Wordsworth y la función social y demócratica de la poesía como precursor de Thoreau


William Wordsworth (1770 – 1850) fue inicialmente discípulo de W. Godwin, uno de los últimos representantes del Enlightenment y que en 1793 publicó, alcanzando cierta fama, Enquiry concerning the principles of political justice, un compendio de la doctrina liberal. La mayor influencia sobre el poeta parece haber sido en la idea de necesidad (Cf. Orell, Harold). Godwin precisamente creía en un universo determinista, en la línea causa-efecto, lo que se aplicaba igualmente a una evolución de la humanidad en que la razón acabaría por triunfar, y no precisamente por una revolución. De ahí que Wordsworth pudiera haberse identificado a sí mismo en sus poesías con un inevitable movimiento de la naturaleza. Convencido de que compartía una profunda vida con el universo que le movía irresistiblemente hacia alguna meta espiritual, mostró una inquebrantable fe en el corazón y los sentimientos humanos, únicos por los que se produciría la redención del hombre. Y sentimientos que solo la naturaleza se encargaría de restaurar.

Precursor de Thoreau sin duda, y en ese sentido y como él contra el Coleridge hipercivilizado y anti-natural, el disipado y mórbido Byron y el ateo radical Shelley, como si fuesen sucias aguas con malaria que todo lo infectan. Ambos defienden que la poesía es el lenguaje orgánico de la humanidad por el que la naturaleza se expresa, y por eso la auténtica poesía debe servir de medicina contra las enfermedades sociales y del progreso. Poesía es «discurso sanador» (Thoreau, Journal 1:338), y así será en Walden. De hecho, Thoreau tomó a Wordsworth como modelo para el poeta como intelectual que dirige y administra la salud moral de una república natural, orgánica.

Wordsworth es el profeta de la naturaleza para los transcendentalistas ingleses. La vuelta a la naturaleza lo era a la gente, de ahí el democratismo y la conexión con el debate ecologista que discute si Wordsworth era más androcéntrico que biocéntrico o a la inversa.

El texto fundamental para analizar sus concepciones sobre el arte es el Preface a las Lyrical Ballads de 1800. En la edición de 1798 sólo hay un Advertisement de dos páginas, por lo que el texto de 1800 es sin duda el más importante, y que ampliado en 1802, aparece de esta forma en 1805. Al mismo tiempo es esta segunda edición de 1800 la que  será el punto de partida de su carrera en solitario y el manifiesto de su ruptura con Coleridge. Incluso se ha considerado este Preface como el manifiesto poético del Romanticismo, no sólo inglés sino europeo, lo que muestra su excepcional importancia (Cf. Panella, Giuseppe). Alejándose de su amigo, Wordsworth manifiesta la intención de crear una nueva forma de hacer poesía, y de ahí el carácter experimental: “The First Volume of these Poems has already been submitted to general perusal. It was published as an experiment”. Del mismo modo que Constable concebía sus cuadros. La diferencia con Coleridge, la que le lleva a justificar su intento, es que Wordsworth, en lugar de abandonarse al genio como él, a la excesiva libertad de la imaginación, prefiere atenerse a la realidad de los hechos, al detalle cotidiano, a la singularidad de la experiencia. Aunque para ambos la naturaleza será lugar de epifanía del espíritu, y la poesía escrutamiento de la oscuridad de la inspiración, para Wordsworth esa oscuridad se aclara describiendo los sentimientos interiores sin dejar correr el genio. Y como Constable, Wordsworth piensa la poesía como expresión de los sentimientos, y podríamos decir que para el segundo poesía es otra palabra para expresar «sentir”. Por otro lado, unido al godwinismo de Wordsworth está el hecho de su acercamiento al pueblo y de que su arte pretenda ser comprendido. En el Advertisement de 1798 dice que

The majority of the following poems are to be considered as experiments. They were written chiefly with a view to ascertain how far the language of conversation in the middle and lower classes of society is adapted to the purposes of poetic pleasure”.

La poesía debe por ello tratar de representar de forma natural las pasiones humanas y no de forma excesivamente abstracta, diríamos, nada abstracta, sino en el lenguaje propio de ellas. Otra cosa es si Wordsworth ha logrado eso en sus poemas. Experimentando como Constable, Wordsworth sanciona de esta manera el nacimiento de un nuevo género de poesía:

Several of my Friends are anxious for the success of these Poems from a belief, that if the views, with which they were composed, were indeed realized, a class of Poetry would be produced, well adapted to interest mankind permanently, and not unimportant in the multiplicity and in the quality of its moral relations

Cuál es el objeto de esta nueva poesía? Wordsworth aclara:

make the incidents of common life interesting by tracing in them, truly though not ostentatiously, the primary laws of our nature: chiefy as far as regards the manner in which we associate ideas in a state of excitement. Low and rustic life was generally chosen because in that situation the essential passions of the heart find a better soil in which they can attain their maturity, are less under restraint, and speak a plainer and more emphatic language; because in that situation our elementary feelings exist in a state of greater simplicity and consequently may be more accurately contemplated and more forcibly communicated

Esto podría explicar muchos cuadros de Constable, y aún más cuando “in that situation the passions of men are incorporated with the beautiful and permanent forms of nature”. Claramente hay una cierta romantización de lo cotidiano, diferenciándose de la de Novalis en su función antropológica, de análisis tanto de la percepción humana y su estructura asociativa, como de las pasiones y los deseos. El entusiasmo poético, la Poesía, es entonces

spontaneous overflow of powerful feelings: it takes its origin from emotion recollected in tranquility: the emotion is contemplated till by a species of reaction the tranquilty gradually disappears, and an emotion, similar to that which was before the subject of contemplation, is gradually produced, and does itself actually exist in the mind

Wordsworth está apuntando a una racionalización del sentimiento, pues uno de los caracteres fundamentales del nuevo modo de hacer poesía es el noble sentir, en el sentido de que los sentimientos guíen al pensamiento: “For our continued influxes of feeling are modified and directed by our thoughts, which are indeed the representatives of all our past feelings”. En esta línea Wordsworth asigna motivos sencillos a sus poemas, correspondientes a emociones básicas, aunque señala que el motivo principal de todos sus poemas es

to ilustrate the manner in which our feelings and ideas are associated in a state of excitement. But speaking in less general language, it is to follow the fluxes and refluxes of the mind when agitated by the great and simple affections of our nature

Así por ejemplo la pasión maternal (Idiot Boy, Mad mother), la cercanía de la muerte, la ingenuidad infantil, etc…Wordsworth quiere educar moralmente al hombre:

The subject is indeed important! For the human mind is capable of excitement whitout the applications of gross and violent stimulants; {…} It has therefore appeared to me that to endeavour to produce or enlarge this capability is one of the best services in which, at any period, a Writer can be engaged; but this service, excellent at all times, is especially so at the present day

Esto es, “The end of Poetry is to produce excitement in coexistence with an overbalance of pleasure”. Pero la excitación es un estado inusual de la mente en el que las ideas y los sentimientos se suceden en confusión. De ahí la necesidad de que haya algo regular y ordenado en la poesía que controle y temple este estado. Y de ahí la en cierta manera función terapéutica de la poesía, y el interés de Wordsworth por acercarse al pueblo llano: “in these Poems I propose to myself to imitate, and, as far as possible, to adopt the very language of men”.

El proyecto de Wordsworth es así nivelar las emociones, hacernos madurar sentimentalmente, aunque buscando esto derivará posiblemente hacia una defensa excesivamente apasionada y solitaria (egotística) del pasado, que acaba por coincidir enteramente con la naturaleza, sin olvidar que esta identificación es la clave de su defensa de la democracia en una línea que le lleva al Walden de Thoreau. Aquí es importante el poema The Borderers, un experimento sobre el antihéroe Oswald, un gran intelectual que sin sólidos principios de ética, siendo su mayor pasión el orgullo y el amor por la distinción, será conducido a cometer un gran crimen, pero se justificará por su estado de irracionalidad en ese momento, lo que da pie para próximos crímenes. Parece una crítica a Godwin, pues se insinúa que el progreso de la razón no necesariamente es bueno. Aún más, y este es el punto importante, Oswald intenta manipular a Marmaduke para que igualmente mate, pero por dos veces la naturaleza le impide hacerlo: una por oír un trueno, otra al ver en el cielo una estrella brillante. Wordsworth está insinuando que la naturaleza puede ser guía moral de nuestras acciones, restauradora más aún de nuestros sentimientos: la conexión con el sentimiento moral del paisaje de Constable es evidente.

La vida deviene así ejemplo antiheroico, como en Constable, y por ello más significativa: el intento al final de Wordsworth no es sino rememorar los momentos epifánicos en que la belleza se fusiona con la humanidad, por decirlo de algún modo, en los que se funden verdad e inocencia, naturaleza e historia. Estas epifanías son por ello momentos concretos, spots of time, y hacen referencia al idilio: cuando la naturaleza reencuentra su expresión, su por así decirlo inocencia perdida. Estos momentos se nos muestran por otro lado en su fugacidad, en su temporalidad, y son momentos en los que, racionalizado el sentimiento, conocimiento y sensibilidad son uno, y este es el fin de la poesía para Wordsworth, un fin que la universaliza, porque tales momentos pertenecen como al inconsciente colectivo de la humanidad. Y en ello hay uno de los afanes de Wordsworth, el poema absoluto, que intentó en The Recluse, del que publicaría sólo un trozo, The Excursion en 1814.

Vemos así que tanto Constable como Wordsworth se acercan de modo directo a la naturaleza, a lo aparentemente contingente, al detalle fugaz, en todo caso siempre a lo experiencial, y nunca a abstracciones inocuas. Y en este caminar por lo humilde, lo sencillo, la dinamicidad es lo que se impone, como principio de interacción. No los esquemas conceptuales, estériles, sino la observación personal, y la referencia siempre a las experiencias de la vida del protagonista. Tanto Wordsworth como Constable serían así servidores de los true systems como se definen en la Encyclopédie, frente a los abstractos. El paradigma de sistema verdadero vendría dado en Jacques the Fatalist, de Diderot (Cf. Chard, Leslie F.).

En el mismo The Excursion, dice que él no quiere realizar sistemas (se entiende, abstractos), sino que si logra llevar a la mente del lector claros pensamientos, imágenes vívidas y fuertes sentimientos, éste no tendrá dificultad en extraer el sistema por él mismo, de modo que la base sistemática del poema sea experiencial y relativo, conectada a la naturaleza. Y en este punto, el parecido es claro con Constable, quien aprobó la definición que un amigo suyo dio del arte: “Todo el objetivo y la dificultad del arte (y de todas las bellas artes) es unir la imaginación con la naturaleza” (Cf. Gombrich).

El mismo Wordsworth dijo de sus poemas que éstos correspondían al curso de la vida humana, y trataban fundamentalmente de mostrar el principio, la mitad y el fin de ella (niñez, madurez, vejez), constituyendo su obra completa una gothic Church.

(Extracto de aquí)

«I WANDERED LONELY AS A CLOUD»

Referencias

-CHARD, LESLIE F., “WORDSWORTH AND THE ENLIGHTENMENT: A RECONSIDERATION”, IN STUDIES ON VOLTAIRE AND THE EIGHTEENTH CENTURY, VOL. CLII, PP.473-484.
-CLARK, K., “JOHN CONSTABLE”, IN LA REBELIÓN ROMÁNTICA, ALIANZA, 1990.
-HONOUR, H., “LA MORAL DEL PAISAJE”, IN EL ROMANTICISMO, ALIANZA, MADRID, 1981, PP.58-122.
-GOMBRICH, ARTE E ILUSIÓN, GG, BARCELONA, 1979.
-LESLIE, C.R., MEMOIRS OF THE LIFE OF JOHN CONSTABLE, PHAIDON OXFORD, 1980, 2ª ED.
-OREL, H., “WORDSWORTH´S REPUDIATION OF GODWINISM”, IN STUDIES ON VOLTAIRE AND THE EIGHTEENTH CENTURY, VOL. CIII, , PP.91-113.
-PANELLA, GIUSEPPE, “RESA PER DISPERAZIONE.WORDSWORTH, COLERIDGE E L´ASPIRAZIONE ALLA TOTALITÀ”, IN RIVISTA DI ESTETICA, 31, PP. 87-115
-SUBIRATS. E., FIGURAS DE LA CONCIENCIA DESDICHADA, TAURUS, MADRID, 1979.
-WORDSWORTH & COLERIDGE, LYRICAL BALLADS, ED. BY R.L.BRETT AND A.R.JONES, SECOND EDITION, 1991, ROUTLEDGE, LONDON.

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