Inteligencia colectiva y cibercomunidades de colaboración abierta


A vueltas con el concepto de «Inteligencia colectiva» parece que Internet favorece definitivamente su desarrollo (BRAIN POWER: From Neurons to Networks / Internet como si fuera el cerebro de un niño). Repasando de nuevo el pasado encuentro sobre Inteligencia Colectiva de 2014 me encuentro con cuatro pósters que me parece interesante reseñar. En primer lugar, ANDREAS AULINGER y LAURA MILLER (Steinbeis University Berlin) intentan delimitar en Collective Intelligence versus Team Intelligence lo que conceptualmente la expresión «inteligencia colectiva» pueda significar tras un devenir que durante las dos últimas décadas parece haberla vaciado al considerarla sinónima de «acción colectiva»:

• “grupos de individuos que haciendo cosas colectivamente parecen inteligentes» [Malone 2008]
• “capacidad de un grupo de individuos para proyectar algo y lograrlo en contextos complejos” [Noubel 2007]
• “habilidad general de un grupo para ejecutar una amplia variedad de tareas»[Woolley et al. 2010]

Sobre esta vaguedad a priori del concepto de IC se propone una definición que parta del concepto mismo de inteligencia incorporando el rasgo determinante de que los actores continúan de forma individual procesando información al tiempo que se considera necesaria la agregación final de lo que cada uno consiga.

Grado de la habilidad de dos o más seres vivos para superar los desafíos a través de la agregación de la información procesada individualmente, en lo que todos siguen las mismas reglas en relación a cómo participar«

Aquí es donde introducen la distinción con el otro concepto de «inteligencia de equipo«, en el que no se exige que se sigan las mismas reglas a la hora de participar, como ocurre en las corporaciones, equipos de fútbol, orquestas, etc… Lo que parece claro es que existe una tendencia humana general a cooperar (cf. Cuando Mr Biology conoció a Miss Culture. Estigmergia, inteligencia colectiva y consiliencia), dentro de lo que SHEEN S. LEVINE (Columbia University) y MICHAEL J. PRIETULA (Emory University) estudian en Open Collaboration for Innovation:Principles and Performance  qué factores favorecen el rendimiento, considerando tres:

1- conducta cooperativa que conduce a compartir voluntariamente el propio trabajo o propiedad con no-contribuyentes. Es decir, que el rendimiento se incrementa cuando se hacen las cosas aunque no se espere reciprocidad. Precisamente para cuantificar la correspondencia entre cooperación y reciprocidad Kurzban and Houser (2005) encontraron tres tipos cooperativos:

a- cooperantes en torno al 13%
b- Reciprocantes, 63%
c- los que van por libre, 20%

2- heterogeneidad y diversidad de las necesidades

3- rivalidad o lucha por los beneficios

El resultado de sus experimentos es que «la colaboración abierta» incrementa exponencialmente el rendimiento allí incluso donde no se dan los factores anteriores (presencia de «jinetes solitarios», homogeneidad en las necesidades o falta de rivalidad).

La pregunta consiguiente es de qué manera se relacionan los miembros entre sí y cómo influye cada uno en el resultado final. Según HANI SAFADI y SAMER FARAJ (Desautels Faculty of Management, McGill University) en Toward a Local Perspective on Online Collaboration se analizan dos perspectivas partiendo de la mayor o menor integración del grupo:

1- una interacción frecuente conduce a un incremento de la propia capacidad

2- unos lazos débiles entre los integrantes puede que favorezca el ir más allá del propio grupo enriqueciendo así las posibilidades de rendir mejor (disrupción?)

Se trataría entonces de encontrar un equilibro entrambos extremos, lo que parece que ocurre de forma natural en las cibercomunidades, donde los miembros importantes  (con mayor capital social) contribuyen con un mayor y mejor conocimiento, mientras que los miembros periféricos se encargarían de aportar nuevas ideas y soluciones, de manera que parece que es aquí donde convergen la inteligencia colectiva y la colaboración abierta.

Finalmente, TARANEH KHAZAEI y LU XIAO (University of Western Ontario) introducen en Collective intelligence in Massive Online Dialogues un gráfico que ayuda a entender de qué manera las cibercomunidades contribuyen a la estigmergia incluso donde se da interacción virtual sin confrontación visual (Inteligencia colectiva online: ¿es posible?):

colintel

4 respuestas para “Inteligencia colectiva y cibercomunidades de colaboración abierta”

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