Agua, nómos, espacio (Carl Schmitt, Baudrillard, Derrida, Kafka, Agamben)


Fue Tales de Mileto el que consideró el agua como lo primordial. Más bien, lo acuoso-> éter, fluido. Ethernet. El nuevo océano es Internet y por él navegamos. Esta es la nueva revolución espacial. Río, mar, océano, éter. ¿Nuevo espacio y nuevo nómos?

contentErnst Kapp (Geografía general comparada, Philosophische oder vergleichende Erdkunde, Braunschweig, Westermann, 1845) distingue tres estadios en la historia universal:

  • «potámico», culturas fluviales del Oriente, Tigris y Éufrates y Nilo, con los Imperios orientales asirio, babilónico y egipcio.
  • «talásico», cultura de mares cerrados y cuencas mediterráneas, Antigüedad grecorromana y Edad Media mediterránea.
  • «oceánico», descubrimiento de América y circunnavegación de la tierra, asociado a los pueblos germánicos.

Carl Schmitt entiende estos estadios como revoluciones espaciales. ¿La siguiente? El problema es que piensa el espacio unido al nómos, sagrado, improfanable. Es el espacio como tópos.

El espacio es para Schmitt el medio que articula relaciones complejas con múltiples instancias a distintos niveles, instancias como la técnica, tecnología, autoridad, cualquier poder que imponga una organización espacial. Los órdenes simbólicos e imaginario juegan igualmente un rol tan importante como las otras instancias. Es un modelo de la continuidad entre diferentes concepciones espaciales. Y las revoluciones se entienden como espaciales en el sentido incluso de la modificación del propio concepto de «espacio».

51l1lmxdztl-_sx331_bo1204203200_Schmitt usa nómos para designar el lugar entre espacialidad y autoridad, dado que todo orden fundamental es un orden espacial, supone una delimitación (tópos), un cierto reparto de tierras. Originalmente designaba el lugar reservado al pastoreo, pasando a ser la división que implica una idea de orden, costumbre con fuerza de ley, tanto como la ley misma. Etimológicamente nómos deriva del verbo griego nemein y tiene así tres significados que Schmitt explica en Der Nomos der Erde (Greven, Köln, 1950):

  • «tomar, conquistar» (nehmen) -> Pasa históricamente por «conquista de la tierra» (Landnahme), «conquista del mar» (Seenahme) y «conquista de la industria» (Industrienahme, la conquista de los medios industriales de producción).
  • «dividir» (teilen) y «distribuir» (verteilen) aquello de lo que se ha tomado posesión. El nómos es así el modo fundamental de división y distribución del terreno, así como del ordenamiento de la propiedad basado en ello.
  • «pastar» (weiden), es decir, el uso, cultivo y explotación del terreno obtenido mediante la división, es así la producción y consumo.

«Tomar», «dividir» y «explotar» son así los tres conceptos fundamentales de todo ordenamiento concreto.

En cuanto al espacio hoy, Schmitt lanza dos conclusiones:

  • transformación del concepto de espacio, como la que tuvo lugar en los siglos XVI y XVII. Entonces la clave fue el espacio vacío. Pero hoy con Nietzsche el espacio es un campo de fuerzas donde el hombre despliega su energía, actividad y esfuerzo. Hoy, «El mundo no está en el espacio; por el contrario, es el espacio el que está en el mundo» («Der Raum ist weder im Subjekt, noch ist die Welt im Raum. Der Raum ist vielmehr »in« der Welt», § 24. Die Räumlichkeit des Daseins und der Raum. M. Heidegger, Ser y tiempo, trad., prólogo y notas de J. E. Rivera C., Trotta, Madrid, 2003, p. 136)
  • el mar es entonces un espacio en el sentido nuevo, ha cambiado radicalmente para los hombres el mundo en los mares respecto a la época de la navegación a vela. No procede por tanto el reparto de tierras y mares que sirvió de base a lo que fue hasta la fecha unión del dominio del mar con el dominio del mundo. Desaparecen los fundamentos de la conquista inglesa del océano, y con ellos el nómos hasta hoy existente en la tierra. En su lugar, un nuevo nómos de nuestro planeta surge incontenible e inevitable. Vivimos el fin de la relación entre tierra y mar que rigió hasta ahora. ¿Qué nómos es este? ¿Si cambia el espacio no cambia también el sentido del nómos?

Se trataría de un nuevo nómos para un espacio que está en el mundo en sentido heideggeriano. ¿Se puede pensar un espacio no determinado por la ley en sentido clásico? ¿Es el problema de Kafka en Ante la ley? Lo abierto del lenguaje. Es decir, que el espacio como habitáculo del poder se ha pensado desde el concepto griego de tópos. Pero hay otro.

Los griegos distinguían entre khoros y tópos (fuerzas centrífugas y centrípetas)

  • el tópos es el locus, la región, lugar, casa, tumba, etc… que circunscribe, fija, delimita. Estático. Carl Schmitt en Tierra y mar. ¿Es el aspecto apolíneo?
  • el khoros (χῶρoς) es el lugar donde se baila y que apunta a un campo que hay que atravesar y que requiere de una coreo-grafía, de una escritura del khoros. Dinámico. ¿Baudrillard? Kafka, etc…transgresión. El baile de Dionisos.

9788472452985El khoros es el modelo de la ruptura, apelando a la superposición, ocultación o substitución, dinámica que se encuentra en la obra de Baudrillard. ¿Es el espacio curvo?

«Las masas funcionan más bien como un gigantesco agujero negro que doblega, curva y retuerce inexorablemente todas las energías y radiaciones luminosas que se aproximan a ella. Esfera implosiva, en la que la curvatura de los espacios se acelera, en la que todas las dimensiones se encorvan sobre sí mismas e involucionan hasta anularse, no dejando sitio y lugar más que a una esfera de engullimiento potencial»

Jean Baudrillard, Cultura y simulacro, p. 68.

Espacio curvo que para Baudrillard genera inseguridad y ansiedad, abocando al  narcisismo, la pasividad, el nihilismo, la depresión, la apatía social y la violencia, consecuencia lógica del proceso histórico de la modernidad. Internet no ha hecho sino acentuar la curvatura de este espacio. Lo que es engullido es el sujeto (sociedad del cansancio, etc…). ¿Espacio curvo?

En términos de Internet esto nos lleva a la anamorfosis y a la distinción entre razón algorítmica y dinámica del perfil, lo que expresa distintos modos de interpretar las actividades del internauta.

En la razón algorítmica estamos en el tópos, en la e-reputación, donde la actividad del individuo en la web se piensa desde el punto de vista de los rastros explotables económicamente por las empresas. El espacio es un medio.

Por otro lado está la idea del perfil digital como una ocasión para que el individuo pueda crear su propio espacio navegando en la Web. Evoluciona uno mismo al mismo tiempo que el entorno. El perfil es una identidad que construye un espacio construyéndose a sí misma, es el khoros. Es un dispositivo retórico (Le profil : une rhétorique dispositive, Louise Merzeau) que hace del espacio un fin.

Servanne Monjour, Marcello Vitali-Rosati et Gérard Wormser (« Le fait littéraire au temps du numérique. Pour une ontologie de l’imaginaire »Sens Public, décembre 2016) eliminan la diferencia entre el espacio digital y el no-digital. Serían el mismo espacio formal hibridado y anamorfoseado.

¿Anamorfosis?

los-embajadores-hans-holbein-el-joven-1533

Es una deformación reversible de una imagen producida mediante un procedimiento óptico, usando un espejo curvo por ejemplo. En arte se usa para forzar al observador a un determinado punto de vista preestablecido o privilegiado, desde el que el elemento cobra una forma proporcionada y clara. Como tal es un método que Piero della Francesca detalla en De prospectiva pingendi («Della prospettiva del dipingere», circa 1482).

Pero hay que entender la anamorfosis desde el concepto de alegoría. Tomemos el cuadro de Fragonard y Marguerite Gérard, The reader (ca. 1783-85, Fitzwilliam Museum, Cambridge, UK). Parece ser una alegoría de la lectura, o de su imposibilidad. La anamorfosis aquí está en la figura erguida que parece una columna y que puede ser una prosopopeya. No en vano aparece enigmática, unheimlich. Quizá cierra el espacio (tópos) de la lectura con el nómos en cuanto tumba. En cuanto anamorfosis hay que leerlo de otra manera: se insinúa pero no se muestra del todo. Dos alegorías, la alegoría de la alegoría de la lectura, pues se representa a sí misma: el texto pictórico postula materialmente su deconstrucción.91daf208ee4f38ac1f826fa2b5057411-the-reader-jean

La anamorfosis revela así la capacidad figurativa de la alegoría, capacidad que remite a un origen que es ausencia y que todo lo que se presenta como objeto de un discurso originario es una alucinación situada en este “no lugar inicial” (¿el no lugar del poder entre espacio y autoridad? el nómos). La alegoría se sitúa entonces en una posición de alteridad absoluta inscribiendo la posibilidad de la diferencia diferida y prometida. Una ambivalencia  que muestra la capacidad de supervivencia y de transformación. Y la transformación es la parábasis permanente, el producto del movimiento fluctuante de las figuras retóricas. Hablaríamos aquí de hiperretórica.

Se trata de descomponer ese espacio que expresa la ley, el poder. Lo que nos lleva a la problemática de Kafka en torno a la ley y a la memoria.

Partiendo del «epígrafe» (exergue, lo que está fuera del texto), dice Derrida (ARCHIVE FEVER. A FREUDIAN IMPRESSION, Lecture given on 5 June 1994 in London during an international conference entitled Memory: The Question of Archives) que todo archivo instituye y conserva, participa de una doble economía:

«(El epígrafe) It is thus the first figure of an archive, because every archive, we will draw some inferences from this, is at once institutive and conservative. Revolutionary and traditional. An eco-nomic archive in this double sense: it keeps, it puts in reserve, it saves, but in an unnatural fashion, that is to say in making the law (nomos) or in making people respect the law. A moment ago we called it nomological. It has the force of law, of a law which is the law of the house (oikos), of the house as place, domicile, family, lineage, or institution. Having become a museum, Freud’s house takes in all these powers of economy.»

Esta doble economía recoge la idea de Benjamin de la violencia del poder (Gewalt), que al mismo tiempo pone y conserva la ley. Derrida refiere por esto a la violencia del archivo mismo en cuanto archivo, «as archival violence«. No en vano «archivo» deriva de «arjé«, concepto que contiene tanto la idea del principio y el origen como la del orden y la ley referidos a la casa, el lugar, donde residen los arcontes (magistrados).

Puede así que la institución literaria, el arte en general, en cuanto archivo, participe de esa doble economía que sitúa su casa en la memoria instaurando su ley, instituyéndose en ese mismo acto, y quedando por eso mismo cuestionada desde siempre porque apunta a un exterior de la casa por la necesidad de garantizar el recuerdo que asegure la posibilidad de la memorización, de la repetición, porque el archivo per se, por esa violencia arcaica, es hypomnésico, tiende a olvidar su origen. En esta parábasis permanente es donde la anamorfosis queda patente pues miramos una cosa pero al mismo tiempo se nos opone otra. (Antonio AGUILAR GIMÉNEZ, ALEGORÍAS LECTORAS: ANAMORFOSIS TECNOLÓGICAS).

specters_of_marx2c_french_editionSi la memoria tiene algo que ver con esos «spectres» que sobrevuelan nuestra cultura y «con» los que «somos», somos también por ellos, como los fantasmas de Hamlet, toda política crítica debe ser entonces una politique de la mémoire, porque la ley implica el olvido de su origen (Spectres de Marx, Derrida). Puesto que hay que romper ese espacio de poder, privado, para crear espacios públicos, khoros, orientados a la subjetivización desactivada por el nómos de ese tópos, el que mejor lo expresa es Kafka en su relato Ante la Ley, paradigma de la anamorfosis crítica.

Escalígero analiza la parábasis, concepto de la comedia que refiere al confundirse de los actores con el público, “profanando” lo sagrado-imaginario de la puesta en escena. Los actores se situaban (paraba-) entonces sobre el “logeion”, lugar del proscenio destinado al discurso. Es un gesto que quiebra la representación (material y psíquica) y expresa la esencia de la parodia, pues con ello se la transgrede, cumpliéndola, en un movimiento que Hegel llamó Aufhebung (por lo mismo que el comunismo sería la realización perfecta del capitalismo al llevarlo a su disolución).

Y fueron los románticos alemanes quienes, vía F. Schlegel, captaron “conceptualmente” ese movimiento descrito que lleva de la comedia a la novela (Roman). El logeion expresa así el paso del diálogo escénico a la conversación humana, como cuando el narrador se dirige al lector, como el mismo Cervantes muestra en el Quijote.

ciudadano_quijote_01La quiebra de ese dispositivo imaginario-real mediante la parábasis-parodia-ironía se muestra así como lo propio de la “profanación”, que en su sentido moderno lidia con el concepto de “secularización”. Y aquí vemos además el desplazamiento propiamente moderno de lo imaginario al poder, el lugar de la resistencia, y la distinta respuesta que los anteriores expresan: la secularización se resiste al poder divino pero lo traslada a la tierra mientras que la profanación lo quiebra completamente, como así es en sentido teológico en cuanto neutralización de lo sagrado. Como  ocurre, finalmente, en “Los seis minutos más bellos de la historia del cine“. Lo que se neutraliza es el nómos.

Se trata entonces de ejercitarse en la profanación para, en un sentido foucaultiano, ir desactivando todos los dispositivos del poder, restituyendo así esos espacios para el uso común (el proscenio). Pues el poder como dispositivo se expresa por esto y en último término como prerrogativa de uso de un espacio (territorio, mapa, geografía, frontera -> refugiados).

¿Es lo que hace Velázquez en las Meninas? ¿Es por tanto Kafka un autor transgresor en este sentido ontológico? Ruptura del espacio en Kafka, el absurdo. Kafka profana lo improfanable.

“La profanación de lo improfanable es la tarea política de la generación que viene.”

Giorgio Agamben

3 respuestas para “Agua, nómos, espacio (Carl Schmitt, Baudrillard, Derrida, Kafka, Agamben)”

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.