La voz de(l/ lo) otro: Kakfa entre Byung-Chul Han y Cacciari


414e8b7e62fa4077b1480d65384cd402En su último libro La expulsión de lo distinto, Byung-Chul Han repasa el tema de la positividad de la sociedad contemporánea en relación a la «hospitalidad» y la «atopía» (revolucionaria). De nuevo se apunta a una ruptura del espacio que necesita de una nueva ley.

Me centraré en la cuestión de la voz. Contra Derrida la voz no es un lugar privilegiado para una presencia de ánimo inmediata y para la presencia inmediata en general. Lo que se ignora es que es esencialmente exterioridad.

hostis vs hospes

Ya no percibimos la voz del otro, y por eso la hospitalidad se trastoca en hostilidad, hacia los demás y hacia nosotros, porque el otro somos también nosotros. La voz es siempre voz del otro, del inconsciente, por eso somos humanos, auto-conscientes, auto-referentes. Sin voz no hay otro, hay ruido, y como ruido se presenta el extranjero. Y hoy el ruido es digital.

«En la voz regresa el contenido psíquico reprimido. En una sociedad en la que la negatividad de la represión y la negación dejan paso cada vez más a la permisividad y a la afirmación, cada vez se oirán menos voces. A cambio, crece el ruido de lo igual.«

lacanEn Homeostasis e insistencia de 5 de diciembre de 1954, Seminario II, Lacan dice que el sujeto es nadie, por descompuesto y fragmentado. Habría una voz que restablece el orden, que desfragmenta. Es la voz

«Que se conoce al sonar/No ser ya la voz de nadie/ni de las ondas y bosques.»

Poema La Pythie,perteneciente a Charmes de Paul Valéry

Qui se connaît quand elle soune / N’etre plus la voix de personne / Tant que des ondas et des bois!

Esa voz que se niega hoy es  la voix de personne. Con la forma del toro doble, el hombre se nos presenta como lo que fue y tal vez lo que queda: un animal de madriguera, un animal de toro (Seminario 9, clase 14, 21 de marzo de 1962). Un animal «subterráneo» cuya voz no quiere ser mostrada. Así acaba el relato de Dostoyevski:

Además, hace ya mucho
tiempo que no nacemos de padres vivos, lo que
nos complace sobremanera. Pronto descubriremos
el modo de nacer directamente de las
ideas.
¡Pero basta! No quiero que se oiga mi «voz
subterránea».
El diario de este amante de las paradojas no
termina aquí. El autor no pudo resistir la tentación
de volver a empuñar la pluma. Pero nosotros
creemos, como él mismo creyó, que ha llegado
el momento de poner el punto final.

Memorias del subsuelo, Fedor Dostoiewski

0018763207Y es que la voz se abre al interior del sujeto, desgarrándolo, por ella  irrumpe en el yo lo totalmente distinto. La ausencia de voz impide que el/lo otro pueda presentarse. Y lo otro puede ser el futuro lo mismo que nuestro subsuelo: La sociedad del miedo y la sociedad del odio se promueven mutuamente. Lo que nos lleva a Kafka.

Algunas historias de Kafka como Ante la ley o El castillo escenifican sugestivamente la negatividad, la inaccesibilidad, el misterio de lo totalmente distinto, que son inasequibles a toda representación. Lo otro no es representable. Quizá por eso necesita de la voz.

KafkaAnte la Ley” (1914) puede representar la imposibilidad o la negación de la voz (de lo otro, la salida al exterior). El silencio por el que el sujeto muere. Es decir, El lenguaje sólo llega al ser con la muerte de éste. En el silencio es donde realmente se muestra, podría mostrarse, la auténtica voz. Trakl:

A los enmudecidos

Ah, la locura de la gran ciudad cuando al anochecer,
junto a los negros muros, se levantan los árboles deformes
y a través de la máscara de plata se asoma el genio del mal;
la luz con látigos que atraen ahuyenta pétrea noche.
Oh, el hundido repique de las campanas del crepúsculo.

Ramera que entre escalofríos alumbra una criatura
muerta. La ira de Dios con rabia azota la frente de los poseídos,
epidemia purpúrea, hambre que rompe verdes ojos.
Ah, la odiosa carcajada del oro.

Pero una humanidad más silenciosa sangra en oscura cueva
forjando con metales duros el rostro redentor.

Pero el ruido lo impide. Un año antes (14 de abril de 1913) había contado a Felice que ha soñado con dientes; no dientes alineados en la dentadura, sino una muchedumbre de dientes dispuestos al lado unos de otros, exactamente igual que en los rompecabezas de los niños, dientes que, dirigidos por mis mandíbulas, se mueven, entremezclados, en un impulso de traslación. Kafka quería dar expresión a algo oculto que se le quería hacer consciente: los movimientos de aquellos dientes, los huecos entre ellos, su «rechinar». Estos dientes son como las agujas de la Rastra, que también rechinan (¿chillan?).

41el7-3brwlDas Schloss es una de sus grandes obras. Teniendo en cuenta que de América sólo quiso publicar El fogonero y de El Proceso Un sueño y Ante la Ley, éste es el fragmento más extenso querido por Kafka.

Un desconocido, del que no sabemos el nombre, sólo la inicial, K., como siempre con tintes autobiográficos, llega a una aldea coronada por un castillo, en invierno. Hay brumas y nieblas que impiden verlo. El castillo domina la aldea: en él hay una red de funcionarios que controlan la administración de todo. Y aquí lo curioso: K. llega a un albergue, es tarde, y el patrón, aunque no quedan habitaciones le deja dormir en el salón. Al poco rato un joven llamado Schwarzer le despierta para advertirle que sin permiso del Castillo no se puede estar en la aldea. K. en su confusión se da a conocer como el agrimensor: el que mide las tierras, el espacio, la ley. Nómos de la tierra. Aunque descubren el engaño, en el Castillo le siguen el juego (como Zeus con Prometeo en el relato de Hesíodo).

Y esto es lo fundamental de la obra: un tipo desconocido, sin pasado, K, llega por casualidad a una aldea y el azar hace que se inicie un juego entre él y el poder establecido: a partir de entonces se trata de que K demuestre que es agrimensor, de que intente unirse a la comunidad de aldeanos, casándose, formando una familia, lo que intentara con Frieda, aunque el juego es llegar hasta el Castillo, y el de éste, el de sus funcionarios manejar a K, impedir que los descubra. Un azar inicia la historia, con un tinte irónico y de sonrisa metafísica.

«amo al individuo, a la comunidad no tanto; soy asocial hasta la locura, no solamente para mí sino para todos aquellos seres a los que amo«

(Kafka, carta a Grete Bloch, 1-VII-1914)

En este juego no hay salvación. Y si la hay será un azar, en el instante. Por eso que una de las partes más importantes de la obra es el monólogo de Bürgel, secretario de Friedrich (pp.291ss). Bürgel, a quien K encuentra por casualidad y por error, se va a convertir en la única posibilidad de «salvación» de K, de arreglar la «confusión» entre él y el Castillo. Pero él no la aprovechará: una vida humana no basta. Bürgel va a realizar un discurso auto-alusivo del que K no se va a dar cuenta. Se interesa por el problema de K, siente por su sufrimiento, y entonces

«No debe usted arredrarse ante los desengaños[…]se dan a veces ocasiones en las que mediante una palabra, una mirada, una señal de confianza, puede lograrse más que con todos los empeños, que le llevan a uno la vida entera, consumiéndolo. Ciertamente así están las cosas. Claro que, aun así, estas ocasiones no se apartan de la condición general, en cuanto a que jamás se las aprovecha. Pero ¿por qué no se las aprovecha?«

En ningún momento K se ha dado por aludido, cumpliendo precisamente la tesis de Bürgel. El hombre puede salvarse: por qué no aprovecha esas ocasiones?

«Hay no obstante, y pese a todas las precauciones, una posibilidad para los interesados de aprovechar esa debilidad nocturna de los secretarios -en el supuesto caso siempre de que sea una debilidad- para su propio bien. Claro que se trata de una posibilidad rarísima o que, mejor dicho, casi nunca se presenta. Consiste en que el interesado acuda, sin anunciarse, en medio de la noche. Se admira usted de que esto, a pesar de parecer cosa tan obvia, suceda tan rara vez

K no se da cuenta de que está ante una tal situación.

«Aunque tal cosa sucediese en verdad, se la podría neutralizar formalmente con sólo demostrar, lo que es harto difícil, que no hay para ella sitio en este mundo

No hay posibilidad de salvación para el hombre. Ciertamente, una vez que el interesado ya se encuentra en el cuarto, la situación es gravísima. Sólo debe usted representarse debidamente la situación (Irónico: la representación y lo real coinciden) Ese interesado, jamás visto, siempre esperado, esperado con verdadera sed (mit wahren Durst, p.304) pero considerado siempre, sensatamente, como inalcanzable, permanece ahí sentado (como el campesino de Ante la Ley)  K ha perdido su oportunidad, él es el interesado con verdadera sed, el eterno agrimensor.

ilustracion-ratonesEcho en falta que Han analice el relato JOSEFINA LA CANTORA O EL PUEBLO DE LOS RATONES de 1923. De nuevo utiliza Kafka un animal: ratones. Casi siempre son animales que viven en cuevas, en sitios sórdidos, sucios, intersticiales. Josefina es una ratona cantora, la única. Le gusta la música, y sabe comunicarla, sin embargo el resto de los ratones son totalmente amusicales. Cómo es que comprenden entonces el canto/arte de Josefina? (Joseph/Josephina) Quizás no lo comprenden.

«En círculos íntimos no titubeamos en confesarnos que, como canto, el canto de Josefina no es nada extraordinario«.

¿Es siquiera canto? Somos amusicales, dice el narrador del relato, un ratón, aunque poseemos ciertamente tradiciones de canto. Es por eso que el pueblo tiene cierta idea de lo que es el canto, escribir para Kafka, y es por eso evidente que el canto de Josefina no corresponde a esa idea. Kafka reivindica una ruptura con la tradición. ¿No será chillido? Ésa es la actitud artística de nuestro pueblo, más aún, una característica expresión vital. Aquí, cantar sería algo añadido, que se aprende, y por eso puede ser extirpado. Pero chillar forma parte del pueblo, de la persona, del ratón. Sin embargo, Josefina niega toda relación entre su arte y el chillido. Quiere ser admirado, pero a su manera, pues cuando uno está frente a ella sabe que lo que chilla no son chillidos. Chilla, pero no chillidos: ante ella callamos: es que su canto nos extasía (dice irónicamente) o es el solemne silencio que envuelve su débil vocecita? Un chillido envuelto por un solemne silencio. Un silencio que se filtra de igual manera en la música en Mahler y Schönberg, en pintura con el expresionismo.

El pueblo de los ratones sin embargo suele caer rendido a su supuesto arte, pero sólo en cuanto pueblo. La adhesión individual no existe: es eso precisamente lo que desearía Josefina. Pero, y ésta es una crítica parecida a la del fogonero: nuestro pueblo ama sobre todo la astucia innocua, el susurro infantil y la charla inocente y superficial. Falta la individualidad: se ha disuelto. Y la personalidad se recupera en la nación, el nacionalismo: es precisamente ahora cuando empiezan a constituirse el fascismo y el nacionalsocialismo. El reino de lo igual.

El naufragio de la voz/del otro/de(l) sí

En L’Arcipelago Cacciari analiza el naufragio y la utopía en la historia de Europa. Continuando con Geo-filosofia dell’Europa rastrea el origen de la corrupción de hospes en hostis. Lástima que los libros de Cacciari no se vendan como los de Han. Crisis de la filosofía.

De Antígona a Dante pasando por Ulises, la ley del nómos se opone a la hybris de oikós. Quizá el origen de la diferencia entre Kultur y Zivilisation. Esa hybris de Antígona va contra el espacio del nómos reclamando el lugar que es lo otro. Es la voz de Antígona, una voz que naufraga. Es á-topos. Y solo lo á-topos de oikós puede acoger lo otro, lo diferente, solo allí hay voz, pero no en la ciudad, en el espacio del nómos. El nómos nivela, iguala, impide lo diferente (la identidad de la identidad y la diferencia). Solo oikós mantiene la multiplicidad que permite lo diferente. Solo hay casa en el archipiélago, en lo múltiple en devenir, buscando la u-topía, en viaje. La voz es para los que tramontan, para los Unter-gehende, para los que navegan echándose al mar. No en la tierra fija, sino en lo dinámico. Y por eso no se trata de llegar, de fijar ninguna Ítaca, sino de dejarla a-tópica, sobreabundante. Pues la idea de hospitalidad es para Nietzsche expresión del alma «sobreabundante»  capaz de albergar en sí todas las singularidades:

«¡Y que aquí me sea bienvenido todo lo que está en devenir, lo que anda errante, lo que va buscando, lo que es fugaz! De ahora en adelante la hospitalidad será mi única amistad»

292. „Hier ist die Insel des Einsamen. Und alles Werdende Schweifende Suchende Flüchtige soll mir hier willkommen sein! Gastfreundschaft ist nunmehr meine einzige Freundschaft! Ich liebe alles Werdende!» (Sommer – Herbst 1882)

F. Nietzsche, Nachgelassene Fragmente Juli 1882-Winter 1883-1884, Kritische Gesamtausgabe VII1, Berlín, de Gruyter, 1977, p. 88

«Questo pensiero appartiene all’Europa: ha accompagnato la sua mente errante lì dove il suo demone la conduceva. Dobbiamo sperare l’accompagni fino a che essa riconosca il proprio stesso occidente, fino a che essa sappia pensarsi, da costruttrice di utopie, atopía: ‘assurdo’ non-luogo, dove la più violenta espressione della volomtà di potenza confligge in sé, implode, si dà come  noluntas – e da questa stásis interiore risale alla visione chiara del distinto, alla meraviglia per la singolarità di ogni forma«

Geo-filosofia dell’Europa, Adelphi:1994Cacciari, p.158

Han recuerda que a Sócrates sus discípulos lo llaman atopos, desubicado. Quien se ubica (nómos, pólis) permanece en lo igual, en lo uno, en tierra, pero no en oikós, no en casa. Lo que Han intuye acertadamente es que el hecho de que hoy todo el mundo quiere ser distinto de los demás es de nuevo deseo de lo igual, de que todos seamos iguales. Si realmente valorásemos lo diferente no habría problema de(l/ lo) otro. Pues la auténtica igualdad se afirma por medio de la alteridad. El otro a quien deseo está desubicado. También el K de El Castillo está desubicado. El drama que vio Kakfa es el de la voz naufragando.

hay esperanza, pero no para nosotros” (Es gibt unendlich viel Hoffnung, nur nicht für uns, conversaciones con Max Brod):

Wir sind, sagte Kafka, Brod zufolge, in einem Gespräch im Februar 1920, “nihilistische Gedanken, die in Gottes Kopf aufsteigen.” – Wir sind nur eine schlechte Laune Gottes, ein schlechter Tag. Brod fragte: “So gäbe es außerhalb unserer Welt Hoffnung?” Kafka lächelte: “Viel Hoffnung – für Gott – unendlich viel Hoffnung -, nur nicht für uns.”

Somos, dijo Kafla en una conversación con Brod en Febrero de 1920, “pensamientos nihilistas que surgen de la cabeza de Dios” – Solo somos un mal capricho de Dios, un mal día. Brod preguntó: “Así que habría esperanza fuera de nuestro mundo?” Kafka rió: “Mucha esperanza -para Dios- infinita esperanza -, solo que no para nosotros”.

 

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